Crecer en familia

Revista para madres y padres: crianza, educación, psicología y salud.

Educar en la alegría

Por Pepa Horno

alegria copia

La alegría se elige, se cultiva y se educa. No es un estado, es una emoción. No es la
felicidad, que de existir, sería una meta en el camino. Es el motor de ese caminar. La
alegría energiza a las personas, las lleva a actuar, a crear, a buscar y a jugar. Es el
motor del alma.

Pero la alegría es, además, una emoción protectora. Impulsa al ser humano a la
entrega y al vínculo. Es uno de los pilares de la intimidad en las relaciones afectivas
y se favorece aún más en las situaciones grupales, es clave para la conexión y del
encuentro. Sin olvidar de una de sus mejores virtudes: es contagiosa.
Por todo ello, la cotidianidad de las familias, las escuelas y los centros debería
estar inundada de esta emoción. Y no sólo porque surja, o por el carácter de las
personas que allí convivan, sino como una opción consciente y elegida por familias y
educadores.

Si los niños y niñas ríen cada día serán más fuertes y más capaces de protegerse,
clave de la inteligencia somato sensorial. No temerán entregarse, clave para la
construcción de vínculos afectivos positivos. Y se sentirán motivados y abiertos a
aprender, clave para el desarrollo cognitivo.

Pero el mundo en el que están creciendo los niños y niñas parece haberse definido
desde la opción contraria: la opción por la desesperanza, la tristeza y la impotencia.
Una opción inculcada y difundida por los medios de comunicación, instituciones,
instancias educativas o familias y que lleva a la parálisis y la resignación.

Con conciencia
Al hablar de la opción por la alegría, no se trata de ser ingenuos. Cuando se vive
con consciencia y apertura se ve el dolor y la injusticia. Vivir con consciencia implica
aceptar las preguntas sin respuesta, y a partir de ahí, elegir la actitud desde la que
vivir. Pero privar a los niños y niñas de esperanza y de confianza en el futuro daña su
desarrollo.

¿Cómo llevar esa opción por la alegría a nuestra cotidianidad? Creando momentos
para el gozo y el placer cotidianos: un abrazo, masaje, cuento, guiño, juego… Eligiendo
el vaso medio lleno, que existe igual que el medio vacío, y enseñando a los niños y
niñas a ver siempre los aspectos positivos de cada vivencia. Así fortalecemos sus
capacidades de resiliencia, las que les permitirán resistir y rehacerse del daño y el dolor
que seguro habrán de afrontar. Y llevando la atención a los detalles pequeños, para
centrarse en la vivencia del aquí y el ahora.

La alegría es real. Pero hay que elegirla. Y hacerlo con consciencia.

 

Pepa Horno Goicoechea es consultora en Infancia, afectividad y protección.

Espirales Consultorí­a de Infancia

5 comentarios el “Educar en la alegría

  1. mara mara
    marzo 25, 2015

    Muy de acuerdo con Pepa, y además lo he podido experimentar. Soy acompañante de niños en Barcelona, con estudios en educación libre, y cuando estoy cuidando un niño en ese estado de alegría… buahh se abren todos los sentidos, vivimos el momento presente y eterno, y respiramos alegría y felicidad, y me siento muy conectada con el niño que estoy, se forma un vinculo muy bonito.
    Si queréis contactar porque necesitáis a alguien que acompañe a vuestro hijo, esta es mi dirección mj_suarez_b@hotmail.com
    Muchas gracias.

  2. Dolores
    abril 1, 2015

    Gracias Pepa, me encantó tu artículo y tu manera de traer un soplo de aire fresco a la educación a través de la esperanza y la alegría. Lo he compartido con mi lista de suscriptores en mi página web y también en mi página de Facebook, espero que tu mensaje llegue a muchos docentes!
    Con cariño,
    Dolores
    http://www.doloresdopico.com

  3. Pingback: Espirales Consultoría de Infancia » “Educar en la alegría”, artículo de Pepa Horno en la Revista Crecer en Familia

  4. Yolanda Bandrés
    octubre 11, 2015

    Gracias por el artículo que comparto en la página en facebook de «RI-yendo por el mundo en tiempos inciertos» (https://www.facebook.com/Riyendoporelmundo), comunidad risueña que apuesta sin la menor duda por vivir en clave de risa y de alegría.
    Me permito comentar la tercera frase, «No es la felicidad, que de existir, sería una meta en el camino.». A mi modo de ver la felicidad sí existe, nacemos con ella (al igual que con la risa) y podemos conectar con ella si tomamos la decisión, si aparcamos pensamientos que nos bloquean, y si apostamos definitivamente por la alegría y la risa.

  5. Francisca
    febrero 17, 2016

    Hola Pepa, comparto que los niños deban experimentar la alegria siempre, lo unico que la vida me ha enseñado que despues de una gran alegria hay una gran tristeza y despues de una gran tristeza una gran alegria, quizas mantener un equilibrio sea el camino. De todas maneras que rico es sentir las endorfinas de la risa ❤ gracias por tu articulo

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Esta entrada fue publicada en marzo 23, 2015 por .